Los 5 grandes mitos sobre el Mindfulness

La psicóloga Ellen Hendriksen, PhD, publicó recientemente un artículo con este título en la revista Scientific American, con la intención de informar sobre las confusiones y mitos que se encuentran en muchas publicaciones de moda. Lo que sí es cierto, reconoce Hendriksen, es que el Mindfulness está mejorando vidas en todas partes del mundo, yendo desde personal que trabaja en servicios de emergencia en salud a estudiantes universitarios que van a presentar la defensa de su tesis de doctorado y a embarazadas que se preparan así para el parto y cuyos bebés han mostrado menos comportamientos sociales y emocionales negativos.

Mito No. 1: Mindfulness es meditación. Con frecuencia, estas dos palabras se presentan como intercambiables. Mindfulness es tomar consciencia. Es poner atención, intencionalmente, en el momento presente sin la intención de juzgar y no se necesita un cojín especial de meditación, ni más de medio segundo para usarlo.

En contraste, la meditación Mindfulness, es una práctica. Es tomar consciencia como en el Mindfulness, pero de manera sostenida. Es traer de regreso la atención cuando, inevitablemente, se vaya merodeando a otra parte y, a menudo, muchas veces en solo un minuto. La meditación requiere de una atención sostenida sobre un objeto, que no tiene que ser un objeto físico, sino simplemente algo en lo cual centrar la atención. El objeto clásico y más conocido es la respiración de la persona que está practicando la meditación, pero igualmente puede ser una parte del cuerpo, una pieza musical o los pensamientos que corren por la mente. Se puede meditar sobre las sensaciones al caminar, al lavar los platos o al comer una galleta; cualquier cosa puede ser el objeto de la meditación.

Mito No. 2: Mindfulness es tomarse tiempo para descansar y relajarse. Este es frecuente, pero Mindfulness no es relajación. La reducción del estrés puede ser una consecuencia, así como que darnos cuenta de nuestros pensamientos e impulsos disminuyen nuestros episodios de preocupación. Todos nos sentimos menos estresados y más livianos juzgando menos.

Fundamentalmente, Mindfulness no es descanso; solo recordarse de practicarlo puede requerir bastante trabajo de nuestra parte. Pero para muchas personas, notar sus pensamientos, sentimientos y sensaciones puede ser enriquecedor.,

Mito No. 3: Mindfulness es no tener pensamientos. La sola idea de que el Mindfulness requiere poner la mente en blanco es un mito que conduce a pensar que no se puede practicar. Pero, así como no se puede hacer que el corazón deje de palpitar, tampoco se puede pedir al cerebro que deje de pensar; eso es parte de su trabajo. Entonces, Mindfulness no es la suspensión de los pensamientos, es la suspensión de juzgar. El Mindfulness da la bienvenida a todos y cada uno de los pensamientos, pero los trata como son, solo pensamientos. Como se dice coloquialmente: “No creas todo lo que piensas”.

Mito No. 4: La meta final es estar en Mindfulness todo el tiempo. En absoluto; es imposible estar en el momento presente todo el tiempo. Tenemos que planificar para el futuro, desde lo que vamos a cenar esta noche hasta si tomo café o té. E, igualmente, es importante reflexionar hacia el pasado cuando nos hayamos equivocado y aprender de la experiencia. Estar consciente de todo en el momento presente no solo es imposible, sino que sino terminaríamos exhaustos. Hasta los más experimentados practicantes del Mindfulness tienen momentos en los que su mente se va a rumiar pensamientos sin darse cuenta.

Mito No. 5: Mindfulness es la felicidad total. El Mindfulness no es simplemente saborear un momento, tomarse tiempo para notar los colores de un atardecer o degustar un trozo de chocolate. Es también darse cuenta cuando se tiene un arrebato temperamental, la impotencia ante una injusticia o que la leche del café está rancia. En pocas palabras, el Mindfulness mira lo negativo, lo neutral y lo positivo, todo con ecuanimidad. No es solo la alegría, es el darse cuenta de la alegría, pero también darse cuenta del dolor y de todo lo demás. Es retroceder un paso hacia atrás y notar la avalancha de información de los sentidos que entra en nuestra mente y de la producción constante de pensamientos y sentimientos.

Artículo original: Ellen Hendriksen, PhD, The 5 biggest myths of Mindfulness, Scientific American, Octubre 29, 2018

Gerardo Tálamo
Psicólogo, M.Ed., Ph.D.
Tutoría en Mindfulness, Coach Ejecutivo Certificado, C.C.L. Coaching Basado en Mindfulness