Con mindfulness adolescentes mejoran su rendimiento académico y reducen su nivel de estrés

Un estudio realizado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) encontró que la práctica del mindfulness puede ayudar a mejorar el rendimiento y la salud mental de los adolescentes y a recibir menos suspensiones en la escuela.

La investigación fue dirigida por John Gabrieli profesor del Departamento de Ciencias de la Salud y Tecnología en las asignaturas de ciencias cognitivas y cerebrales y miembro del Instituto de Investigación Cerebral del MIT.

El equipo de investigación estudió 80 alumnos de sexto grado; la mitad recibieron entrenamiento diario en mindfulness durante ocho semanas, mientras la otra mitad recibió un curso sobre codificación. Los ejercicios de mindfulness se diseñaron para motivar a los alumnos a poner atención a su respiración y a centrarse en el momento presente en vez de en pensamientos sobre el pasado o el futuro.

Entre los hallazgos, los investigadores encontraron que, por primera vez, el entrenamiento en mindfulness puede modificar la actividad cerebral de los estudiantes, su auto-percepción de estrés y reducción de la activación de la amígdala. Esta última medida con resonancia magnética funcional mientas veían imágenes de expresiones faciales que inspiraban temor, felicidad o neutras. La amígdala es una región cerebral que procesa el temor y otras emociones. Al comienzo del estudio los alumnos que indicaron tener niveles altos de estrés al ver esas imágenes habían mostrado mayor actividad en la amígdala.

Adicionalmente, se observó que el grupo de mindfulness tuvo una conectividad funcional más fuerte entre la amígdala y una parte de la corteza cerebral prefrontal cuando observaron imágenes amenazantes. Esta parte de la corteza cerebral participa en el procesamiento de riesgos y de temor y tiene actividad en la inhibición de respuestas emocionales, la toma de decisiones y el autocontrol. Estos efectos ya se habían observado en adultos, pero es la primera vez que se estudia en menores.

El grupo de mindfulness reportó que sus niveles de estrés bajaron después del entrenamiento, mientras que el grupo control no; los del grupo experimental también reportaron menos sentimientos negativos, como tristeza o rabia. El Dr. Gabrieli señaló que “hay mucha evidencia que indica que una respuesta muy fuerte de la amígdala a cosas negativas está asociada con estrés alto en la infancia temprana, así como riesgo de depresión”.

La investigación fue publicada en línea antes de la edición impresa de la revista científica Behavioral Neuroscience de la American Psychological Association.

Gerardo Tálamo
Psicólogo, M.Ed., Ph.D.
Tutoría en Mindfulness, Coach Ejecutivo Certificado, C.C.L. Coaching Basado en Mindfulness