Practicar Mindfulness beneficia tanto a padres como a hijos

Una investigación, financiada por el Centro del Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard y por el Centro para el Bienestar del Niño y la Familia de la Universidad de Washington, encontró que los padres que practican Mindfulness tienen un mejor control de sus emociones, lo que les permite ser consistentes y motivar a sus hijos. A su vez, los niños mostraron mejoría en sus habilidades sociales y una disminución de conductas negativas cuando interactúan con otros.

“Imaginemos esta situación”, dice la Profesora Liliana Lengua, miembro del equipo de investigación, “tu niño se está comportando mal, has tenido un día difícil y otro comportamiento más te saca de tus casillas”. “Entonces, gritas, anuncias un castigo que de antemano sabes que no cumplirás y que no deberías”.

Lo que resulta efectivo, según el estudio, es practicar Mindfulness: mantenerte en calma, ver la situación desde otras perspectivas y responder -no reaccionar– de manera intencionada. La meta del programa es dar apoyo a los padres para involucrarse en prácticas que se sabe que contribuyen al mejoramiento del bienestar social y emocional de los niños. Es un programa de seis semanas y se observó que los padres mejoraron su propio control emocional y demostraron más comportamientos parentales que apoyan a los niños.

Las estrategias que se recomendaron a los padres y que practicaron en el programa son: – Estar presentes: darse cuenta, escuchar e involucrarse en lo que está sucediendo ahora mismo. – Ser cálidos: poner atención a las emociones del niño y darle la oportunidad de iniciar interacciones. – Ser consistentes: establecer límites y expectativas apropiadas para la edad del niño y alabar las cosas buenas que hacen. – Guiar sin dirigir: ofrecer ayuda cuando sea necesaria, pero motivar a ser independientes y comentar los logros del niño.

Al terminar el programa y habiendo realizado observaciones de la interacción de los padres con sus hijos, antes y después del entrenamiento, uno de los mayores éxitos fue la capacidad de los padres de manejar sus emociones, lo que les ayudó a aplicar la consistencia, a guiar y motivar con mayor frecuencia y a reducir la negatividad. Los niños, por otra parte, mostraron mejoría en sus habilidades sociales y también tuvieron menos comportamientos negativos cuando se les observó interactuando entre ellos.

Fuente: Liliana J. Lengua et al.: Preliminary Evaluation of an Innovative, Brief Parenting Program Designed to Promote Self-Regulation in Parents and Children, Mindfulness, August 31, 2018.

Gerardo Tálamo
Psicólogo, M.Ed., Ph.D.
Tutoría en Mindfulness, Coach Ejecutivo Certificado, C.C.L. Coaching Basado en Mindfulness