¿Revisas habitualmente tus correos electrónicos o los mensajes de los medios sociales? Después de todo, los mensajes que recibimos son entretenidos y pueden, también, hacerte sentir importante. Pero ¿Y cuando este hábito se hace disruptivo en tu vida, tu productividad o tu concentración? Hablando de experiencias previas, recuerdo cuando al final de la mayoría de los días de trabajo, yo no sabía a dónde se había ido todo mi tiempo. Sabía que había estado sentada frente a mi computadora mucho de ese tiempo, pero ¿qué tenía para mostrar de todo ese tiempo invertido? Mi lista de asuntos por hacer ciertamente no se estaba terminando. Una vez que me di cuenta de esa dolorosa situación, puse mi conocimiento de Mindfulness en acción. Inmediatamente me di cuenta de un salto en mi productividad y en mi capacidad de mantenerme centrada, a lo largo del día, en lo que era importante. Aquí te muestro cómo puedes tu mismo darte cuenta de tu situación.

Nota el sentido de urgencia. Elige. El Mindfulness te enseña a darte cuenta de tus pensamientos y, también, de tus antojos. Cuando sientas esa urgencia de chequear tus mensajes solo porque te provoca, haz una pausa y observa esa urgencia. Solo te toma un segundo o dos. Date cuenta de la urgencia y elige. ¿Honestamente, necesitas chequear los mensajes o preferirías mantenerte centrado y productivo?

Nota el descarrilamiento. Elige. Cuando decides chequear los mensajes, puedes sentir una urgencia inmediata de contestarlos. Antes de que te des cuenta, ya has gastado 10 minutos armando una respuesta que ni siquiera era urgente. Incluso, te has olvidado de lo que tenías planeado hacer con tu trabajo antes de chequear los mensajes, ¡te descarrilaste!A medida que leas los mensajes, tómate un momento para notar con consciencia tu urgencia por responder. Realiza una escogencia consciente sobre si atender el mensaje ahora o más tarde es lo correcto. Practica chequeando tus urgencias y, probablemente, disfrutarás de la libertad de salirte de ese hábito y ver la mejoría en tu productividad.

Wendy Quan: colaboración con The University of British Columbia, agosto 2018. Traducción: Gerardo Tálamo, PhD.